En este año 2103, la Mancomunidad de Municipios Sostenibles de Cantabria ha desarrollado acciones formativas centradas en la promoción de la agricultura ecológica y el emprendimiento.
Con el trabajo de la Mancomunidad en la red TERRAE, para explorar nuevas oportunidades de empleo y su participación en el proyecto Contratos TERRAE, se están generando las sinergias para que todos los participantes en la formación continuen y fortalezcan su itinerario hacia el emprendimiento, llegando a acuerdos con restaurantes y tiendas locales en los que se pondrá la marca TERRAE ECO KM0. En breve se obtendrán los primeros contratos en Cantabria a sumar con el resto de los ya firmados en otros territorios participantes.
En concreto se ha realizado el quinto taller de empleo (financiado por la Consejería de Economía Hacienda y Empleo y el Fondo Social Europeo), en este caso centrado en la “Agricultura ecológica y el emprendimiento”. En el taller de empleo han participado 8 alumnos-trabajadores, provenientes de los municipios de la MMSC, desempleados y mayores de 25 años con especiales dificultades de inserción laboral y han contado con la cesión de la parcela “La huerta” por el Ayuntamiento de Santoña en donde han desarrollado prácticas profesionales.
También por otra parte se desarrolló la Iniciativa Singular de Empleo, financiada por el Servicio Cántabro de Empleo y en colaboración con el Ayuntamiento de Ramales de la Victoria que ha cedido las instalaciones de la finca municipal “Casa de los espeleólogos” en el Barrio Cubillas.
Tres peones y un ingeniero agrícola han tutorizado el proyecto alternando la formación práctica en la parcela con la teórica en temas relacionados tanto a la producción, como al conocimiento de vías de comercialización de los productos ecológicos y fórmulas de emprendimiento. Las instalaciones de la finca con una casona antigua habilitada para aulas y almacén y la existencia de un pequeño invernadero restaurando se han convertido en un pequeño laboratorio de cultivos hortícolas ecológicos. Al mismo tiempo el cultivo de hortalizas tradicionales con variedades autóctonas ha favorecido la custodia del territorio en la conservación de árboles centenarios de robles, castaños y fresnos.