Marta Peña Díaz,  tinerfeña y estudiante de 4º curso del Doble Grado en Ciencias Ambientales y Geografía y Ordenación del Territorio en la Universidad Autónoma de Madrid, fue una de las primeras personas participantes en el programa Campus Rural Terrae en 2022.  Sus tres meses de prácticas se desarrollaron en el municipio de Buenavista del Norte.

Buenavista del Norte es el municipio situado en la esquina noroeste de la isla de Tenerife. El Macizo de Teno, así como el Parque Rural monónimo ocupan gran parte de su superficie, convirtiéndolo en un lugar muy singular. El marcado relieve provoca grandes diferencias topográficas y climáticas y por tanto, una gran diversidad en los usos de sus suelos. La isla baja, está principalmente ocupada por fincas de monocultivo de plátano y cactus para la exportación, mientras que la zona de El Palmar y Las Portelas era conocida por la bancalización de cultivos de huerta, frutales y sobre todo, cereal. Por otro lado, tenemos las bocas de los grandes barrancos del Carrizal o Masca, también famosas por la cebolla y las hortalizas, mientras que en Teno Alto no se puede olvidar el protagonismo de la ganadería y de las pequeñas explotaciones queseras y apícolas.

Personas agricultas

Para Red Terrae las personas “agricultas” son claves para conocer y reconstruir la identidad de los territorios, investigar el pasado agrario (normalmente agroecológico) y tratar de diseñar estrategias de futuro más sostenibles.

Algunas agricultas de la isla baja recuerdan cómo hace medio siglo, las plataneras crecían con raíces más fuertes ya que aportaban guano y estiércol, mientras que hoy en día en vez de crecer p’abajo, crecen p’arriba (es decir, crecen con raíces débiles) lo que achacan a la aplicación de fertilizantes y fitosanitarios químicos. Si bien la platanera es uno de los cultivos predominantes en esta zona, muchas de las personas que trabajan en las plataneras, no poseen las tierras, sino que son asalariadas que se tienen que mover de una finca a otra de la empresa a lo largo de la isla baja, que también ocupa parte de los municipios de Los Silos y Garachico.

En el siguiente audio, Emma, presidenta del grupo de mujeres Pura Waló, nos relata su experiencia como trabajadora asalariada en este tipo de fincas:

En la zona de El Palmar y Las Portelas, conocimos a Rosi mediante el Proyecto de Envejecimiento Activo del municipio y nos permite realizarle una entrevista:

+ Hola Rosi, ¿eres de aquí de toda la vida?

  • Sí, soy de aquí… bueno, no nací aquí. Nací en El Tanque, pero es igual, pequeñita me vine al Palmar.

+ ¿Tus padres eran de El Tanque?

  • Mi padre era de El Tanque y mi madre del Palmar… bueno de Masca, pero de Buenavista. Mi madre se vino aquí de medianera, tuvo mis dos hermanos aquí, los mayores y luego se fue otra vez para El Tanque. Yo nací en El Tanque, como mi hermano el que estaba fuera… Entonces después mi madre se volvió a venir aquí para comprarse una casita ahí arriba en el Mazapé. No había carretera sino solo un camino de Las Portelas a adí, y de aquí para el centro. Había un barranco en el centro… cuando llovía no podías ni bajar a Las Portelas ni ir p’allí. Nos quedábamos incomunicadas, como la gente de Teno Alto, que no tenía carretera ni nada.

Para los Carrizales, había que llevar el pan en una cesta, por un camino p’arriba. Mi abuela empezó a llevar el pan al Carrizal y yo muchas veces fui con mi abuela al Carrizal con el pan… y cuando veníamos del Carrizal mi abuela traía batata y cebolla al Palmar. Antiguamente se cargaba… la gente que había aquí que no tenía empleo ni nada, le pagaba, muchas mujeres, le pagaba, no recuerdo el dinero pero serían unas pesetas… algo, por llevar tubos para el agua, los llevaban de aquí cargadas al Carrizal. Les pagaban por llevar esos tubos para poner redes de agua en el Carrizal, de riego y todo eso. Y luego cuando venían p’acá, venían cargadas de cebollas, que les pagaban para traerlas.

+ ¿Les pagaban con cebollas?

  • No, les pagaban por traer las cebollas porque las vendían. Entonces, a lo mejor tenían vendidos los del Carrizal 100 kg de cebollas, pero tenían que transportarlas. Entonces el que no tenía cómo transportarlas, les llevaban los tubos para allá, les pagaban pa’ los tubos y cuando venían de allá, volvían a cobrar pa’ traer cebolla. Y así hacían. Yo recuerdo un señor del Carrizal que estaba haciendo un estanque para el agua y llevaba a la burra cargada con piedras del Palmar. Ese hombre llevaba la burra cargada y él una piedra al hombro, de ahí, de las piedras del roque p’al Carrizal…¡imagínate tú!

Antiguamente sacaban mucha agua por aquí, aquí le dicen el túnel. Pero después le hicieron, que yo no sé por qué permitieron eso, hicieron otra debajo, subterráneo, una galería, y el agua de aquí se la llevaron p’al Carrizal. Ahora está mucha agua botada por el barranco. No sé ahora porque hace mucho tiempo que yo no bajo… pero antiguamente bajaba el agua corriendo por el barranco. Que esa agua era para aprovecharla, esa agua era buena para consumo… pues estaba botada p’al Carrizal. Yo no entiendo, tantos adelantos y eso y no han hecho para recuperar esa agua.

+ Ahora mismo, ¿el agua del Palmar no viene del túnel?

  • El agua del Palmar ahora te viene de… bueno… la que nosotros tenemos viene de ahí de las huertas, que es una galería subterránea y de las nubes también de aquí, que ya no sé si seguirá porque ya no llueve mucho, venía otra de arriba y no sé si mezclarán cuando no hay, con la que viene de Vergara, pero no creo, pal consumo.

Esa del grifo sí la puedes beber, pero en Las Portelas… no sé ahora, pero no se podría beber por la cal que tiene. Tenían que comprar agua para el consumo.

 

+ Tu madre era medianera, ¿recuerdas qué cultivaba o a quién arrendaba?

  • Tenía una finca de medias ahí… don Santiago se llamaba el señor. Por los Pedregales. Cultivaban papas, trigo, habas, millo, se sembraba antes aquí mucho garbanzo normal, más pequeños que los lechosos… yo recuerdo a mi madre coger hasta cinco y seis fanegas de garbanzos… muchísimos garbanzos. Lenteja también se sembraba, aunque no tanto… donde se sembraba muchísima lenteja es en Teno Alto. También sembraban cebada y chícharos para los animales. En vez de comprar como ahora, que se compra empaquetada la alfalfa y todo eso, ellos la sembraban, segaban y eso es de lo que comían los animales.

El cultivo era casi ecológico, porque no se le echaba veneno ni nada de eso. Igual que las vacas, ¿qué comían las vacas? La hierba, no como ahora, que si millo y no sé qué. Ahora tú bebes la leche y no es como antes… igual que el queso. Ellos antes hacían queso y estaba buenísimo. Hoy yo como un queso y digo ‘no es como el de antes’. Igual que el gofio. Antes se cultivaba aquí y se llevaba a moler el trigo al molino. Lo tostaban, del que tú recogías… lo llevabas, te lo tostaban y te lo molían. Tú pagabas por eso, pero olía…ahora el gofio ya ni huele.

 

 
Domingo Romero González (Buenavista, 14 de febrero de 1936) es el principal manantial oral de El Palmar, el barrio donde nació y donde sigue viviendo justo al lado de un molino de gofio, como el que tuvo su abuelo en los primeros años de la posguerra. “Nadie duda que nuestra generación pudo crecer gracias al gofio” porque “en los años cuarenta todo estaba racionado, el aceite, el pan, la azúcar”, recuerda. Fuente: https://www.diariodeavisos.com/2013/04/domingo-romero-el-palmar-era-gran-despensa-buenavista/

 

+ ¿Ahora hacen el gofio con trigo, millo y cebada de fuera?

  • Claro, no es lo mismo. Y son trigos transgénicos también, los clonan con otras, mezclan las especies… ya no es igual, porque el trigo de aquí era un trigo bueno.

Otra cosa que han cambiado, será por el tiempo, yo no lo entiendo… alguna huerta que hay por ahí, la siembran en febrero. El trigo se sembraba siempre siempre siempre siempre en diciembre y el trigo crecía que eso era así… Las papas azucenas, que es la papa que se cultivaba muchísimo aquí, la sembraban en enero, a partir del 2 al 3 de enero siempre se sembraban las papas. El trigo antes; se barbechaba el terreno, se sembraba el trigo y después y también hacían un cambio del terreno para oxigenar el suelo. Se sembraba papas este año y trigo… se hacían los cambios de cultivo para que se oxigene la tierra con el trigo y el millo. Pero ahora es papa sobre papa, papa sobre papa… y no es lo mismo, los restos del cereal servían de abono y las papas así se deterioran. Porque la semilla antes daba un montón, hoy no, porque al sembrar papa sobre papa la planta se pone rizada… cuando veas una papa rizada la puedes arrancar y si no tiene 1 o 2 papas no tiene nada. Si la dejas pa’ semilla el año q viene no te crece nada.

+ Antes se iba al sur a intercambiar semillas de papa para que no hubiera problemas genéticos, ¿eso se sigue haciendo?

  • El que lo hace aquí va a Icod el Alto, pero también ufff… sale muy caro un kilo de papas pa’ tu sembrar… ¿y si después no se me da? Yo no pongo papas azucenas. Yo pongo aquí unas y luego las subo a Las Portelas, pero es papa sobre papa… tendríamos que sembrar millo o chochos, que también son buenísimos para oxigenar la tierra. Ahora también está el ‘bicho’, la palomilla esa que dicen que vino de Perú… eso es malísimo y ¿dónde está? Han dejado papas sin sembrar y se ha reproducido. Yo antes no tenía bicho en la huerta y ahora… Lo que voy a hacer que me han dicho que es bueno es echar cal para calentar el terreno. Se echa en el invierno. Antiguamente a las papas se le echaba eso: un poco de guano (si no le ponían estiércol) y cal, porque llovía mucho y había que calentar el terreno… porque antes sí que llovía. Así que eso, a ver si la cal mata la oruga, los huevos, y así se matan los bichos.

Antiguamente los bichitos buenos se comían a los malos… y así era una cadena… ahora todos son malos, porque no hay buenos… dónde estarán los buenos.

Las abejas dicen que son buenas, pero es que hay demasiadas… ¡mira las ciruelas comidas!

Hice unos injertos el año pasado, cuatro, con mi nieto. Yo nunca había hecho, solo había visto hacer y ¡nos prendieron los 4! Uno ya tiene una manzana. De semilla nos habían salido unos perales, pero estaban mal, así que les injertamos manzanas.

Lo que pasa es eso mira, no tenemos una pista, porque como no dejan mover nada… tenemos que ir caminando… ¡mira que me ha costado pa’ quitar las zarzas! Ahí encima tengo un montón de terreno, pero si no te dejan mover… ¿qué haces? Haces un proyecto, pero no voy a dar por un proyecto un montón de dinero que no se lo voy a sacar… ¿cuánto tiempo tardo yo para sacar ese dinero en una finca? No me vale la pena.

 

+ ¿Y si otra persona tuviera dinero para pagar ese proyecto y arrendarte la tierra cómo lo verías?

  • Bien, pero tienes que poner agua… hay que invertir un dinero que… Vamos a ver, el entorno rural del Palmar me gusta que lo protejan, pero en medida. Yo tengo un terreno grandísimo que llega al monte, luego tengo otros trocitos aquí en el túnel, que es un trozo bueno y lo quiero limpiar para sembrarlo de árboles… pero tengo un chico ahí que le he dicho unas tres o cuatro veces y no me ha ido a limpiar, no consigues a nadie que te lo limpie y nosotros estamos trabajando. Si me dedicara a esto sí, pero no, pero luego tampoco te puedes dedicar solo a eso, porque no da, no da para decir: ‘yo vivo solo de esto’. Tienes que invertir mucho dinero para después: ¿cuándo vas a ver tú ese dinero? Para vivir de ello… A lo mejor cuando me jubile me pongo…

+ ¿Y si alguien estuviera interesado venir, costear el proyecto, la obra de acceso de agua y el camino, arrendarías?

  • Sí claro, arrendaría

+ ¿Y qué opinas de que viniera gente de fuera, incluso de la isla, desempleada, para ganarse la vida?

  • Sí, me parecería bien, ¿pero tú crees que vendría gente? Las casas que están aquí cuestan un montón de dinero de alquiler y otra, no puedes fabricar nada aquí: lo que está, está. Está bien que lo protejan, pero luego hay un montón de casitas abandonadas que son patrimonio y de madera, pero tampoco… Es una pena dejarlas caer, tienen añales… pero como son de varios herederos, ese es el problema.

(Refiriéndose a unas ciruelas que hay en la mesa)

  • Iba a recoger hoy, pero iré mañana, porque si no las abejas las pican todas. Igual el humo del incendio las espanta, pero no sé. Ya nos han desalojado dos o tres veces. En 2007 fue la última vez… por aquí está muy sucio todo. Vi un video de una señora de Galicia y es verdad lo que dice: no gastan dinero en limpiar los montes y después cuando hay un fuego gastan el dinero todo junto, ¿por qué no gastan el dinero en tener cuadrillas fijas limpiando monte alrededor de las casas? Mira por ahí, está todo lleno de zarza… limpiar eso, si los dueños no lo limpian, mandar a limpiarlo. El próximo fuego, ¿qué haces?

+ Hay una manera para proteger contra incendios que es que el ganado limpie el campo. Aquí antes había muchas cabras y vacas, ¿no? Pero ya no se ve ni una vaca.

  • Nonono… y de acuerdo, que tenga uno ganado, pero no puedes tener más de un cupo porque si no, tienes que registrarlas y tenerlas como explotación. La persona que a lo mejor quiera tener 8 cabritas para vivir, tiene que darlas de alta, pagar no sé qué, declarar a Hacienda para declarar como explotación… ¿y tú crees que las ocho cabras dan para eso? No, no lo creo. Otra cosa que está mal, la gente no cuida ganado por eso. Ahora tampoco puedes matar ganado, lo tienes que llevar al matadero que está en La Laguna y tener un camión refrigerado de esos… son tantas complicaciones ahora… Yo me acuerdo, mi madre tenía dos cabras y dos vacas, hacía el queso, lo vendía y con eso íbamos viviendo. Con el estiércol, las papas, el trigo, el queso. Acostumbrada a lo que había, vivías.

Por ejemplo, antes las Navidades eran bonitas, encendías la radio y oías un villancico. Ahora las Navidades ¿qué son? Consumir el regalo… uff

Antes decorábamos un árbol pequeñito, de unos 50 cm, lo poníamos encima de la mesa y poníamos las bolas. Con mi madre igual asábamos carne, hacíamos una sopa, lo que podíamos y comíamos los de mi casa… no había otra cosa. Hoy es una pasada…

 

+ ¿Además de las Navidades sientes que ha cambiado alguna fiesta?

  • Los carnavales, las fiestas de aquí… te voy a decir, las fiestas del Palmar eran divertidas. La cabalgata que hacían… el primer día hacían el pregón, luego la cabalgata… salían desde el Palmar, a las Portelas, tocando el tambor con un burro, esa era la cabalgata… era divertido divertido. Todos cantando y todos venga, pa las portelas. Ya hoy no. No dejan poner una caseta, antes sí se ponía. Los chicos, había una caseta de ‘la marcha’ y venían los chicos, se divertían. Los chicos ya no vienen a la fiesta porque no hay casetas, ¿por qué no dejan montar eso? Antes se montaba en la calle y se llenaba. No entiendo tantas restricciones, antes también se ganaba la vida uno así. Se sacaba un dinerito.

+ ¿Y las fiestas son en septiembre?

  • Sí, sí, empiezan el 15. Las de las Portelas son a finales de agosto, el 20 y algo, el último domingo. También están las de la Cuesta, al principio de agosto, la de Teno Alto, después de las Portelas… esa sí era buena… ¡otra cosa que restringieron! Antes pedías permiso al Cabildo y acampabas, ya nada. Yo estuve trabajando en Medioambiente, lo limpiábamos y los chiquitos se anotaban, pagaban y acampaban. También estaba la fiesta de la Montañeta, la gente acampaba, ahora lo restringieron y se acabaron las fiestas.
  • La vida de antes… había menos cosas, pero eras feliz. Ahora la gente tiene mucho y no es feliz. Yo antes tenía unos zapatos para las fiestas y unas chancletas para estar en casa. No éramos acomodados, pero no nos faltaba la comida. Mi padre migró a Alemania y mi madre se quedó. No botábamos porque no teníamos para botar, pero con lo justo éramos felices.

+ ¿Tú padre estuvo mucho tiempo en Alemania?

  • Un par de años. También se fue a Venezuela. Mis hermanos también se fueron a Venezuela, yo me quedé con mi madre. Mi abuelo se fue pa cuba y mi madre no conoció a su padre.

+ ¿Las tierras de la gente que emigró, cómo quedaron?

  • Todas quedaron en familiares o arrendadas, porque antes, todo se sembraba. Todo el Palmar era sembrado de papas y trigo, o habas. Ahora la gente tiene terrenos y ni sabe lo que tiene, porque como la gente no ha venido y no ha hecho caso de eso… ni saben. Nosotros tenemos un terreno de mi madre en Tamaimo y ya le dije a mi hermano de venderlo… porque se va dejando, se va dejando y lo coge alguien y luego ¿qué? Mejor venderlo. Porque además es un problema. Antes se partía con hijuelas, una amañado hacía las hijuelas, pero no había papeles registrados. Ahora pa cualquier cosa te piden papeles registrados. ¿Me voy a gastar un montón de dinero en demostrar que ese terreno es mío? También, para segregar el terreno tienes que tener muchos metros, nosotros tenemos arriba una finca de mi padre y no la podemos segregar, ¿y cómo hacemos? Sin papeles y sin nada, esto tuyo y esto es mío, eso hicimos.

(Hacemos una pausa para merendar)

 

+ Muchas vecinas me han comentado el problema de la lluvia y que por eso necesitan riego en las fincas, ¿tú has notado un descenso en la lluvia, porque antes era todo sequero, no?

  • Sí, se ha notado mucho, ahora solo se puede sembrar de sequero en Las Portelas, que es más húmedo y llega la nube. Pero, ¿en los Pedregales? Esto no sirve para nada, es diferente la tierra también.

+ Entonces, ¿la gente de las Portelas no ha puesto ningún sistema de riego?

  • Hay gente que sí, para un fisco de huerta, pero no mucho. Aquí abajo sí hay mucho riego. Los Pedregales es muy seco, mucha piedra, por eso el nombre. Pero el agua es malísima, tiene mucha cal, unos perales se me pusieron amarillos… Antes había agua en las Lagunetas y la quitaron porque no era tratada, pero era buena. Venía la gente de los Silos y todos, yo iba con perolas a coger agua pa beber y cocinar. En Masca también había agua, buenísima, pero también la quitaron. La gente de Masca llevaba toda la vida sin tratar, ahora se la tratan pero solo la pueden consumir ellos.

(Hacemos otra pausa)

+ Bueno, ya solo te quería preguntar si en El Palmar crees que hay muchas tierras abandonadas

  • Sí, una barbaridad, todo lo que ves estaba sembrado, ahora ya nada y hay problemas con las plagas… También con los conejos, ¡antes se cazaban! Ahora no se cazan y te comen toda la verdura.

(Me enseña las vistas de su terraza, comenta más cosas personales. Me señala sus tierras).

+ ¿Tienes pensado usar todas las fincas que tienes?

  • Esto sí, pero el resto, ahora no, porque lo tendría que arar.

+ ¿Y estarías interesada en arrendárselo a alguien que le de uso?

  • Pues no, porque en abril cierra el hotel en el que trabajo por remodelación, así que me pondré a cultivarlas.

+ Mucho ánimo entonces. En cualquier caso, el Ayuntamiento de Buenavista quiere mantener el Banco de Tierras, así que si en el futuro quieres meter las tuyas no habría problema. El Banco de Tierras es de Red Terrae, como te comenté el otro día, y en cualquier caso las condiciones las marcas tú, aunque hay un código de buenas prácticas y ciertos derechos para el arrendatario.

  • De acuerdo mi niña

Por otro lado, un matrimonio mayor nos relata cómo ha visto cambiar Teno Alto. De las 400 personas que vivían en lo alto del macizo de Teno, en su mayor parte, medianeras de Buenavista, ya solo residen unas cuarenta. Los bancales antes ocupados el trigo, garbanzas y lentejas de Lanzarote, coles, azafrán de la tierra, pencas, frutales, papas azucenas y viña, hoy en día están abandonados en su mayor parte. Ya no hay siega del trigo, ni hay molino que funcione para hacer gofio de garbanzas. Los recuerdos de los descensos por el Camino del Risco para sacar provecho el excedente en Buenavista, son también borrosos. Algunos de sus familiares bajaban a la Punta de Teno por el barranco, para trabajar en las fincas de tomate, pero eso también queda en el pasado.

Recuerdan como antes la gente tenía cabras, vacas, burros, gallinas y abejas, pero desde que se generalizó el coche, es imposible ver vacas y burros en Teno Alto. Algunas vecinas aún tienen abejas, pero apenas unas pocas continúan llevándolas por aquellos volcanes hacia Boca Tauce, una vez termina la primavera para extraer miel y cera para hacer velas. Quedan algunas explotaciones queseras cada vez más amenazadas por la falta de agua y aumento de los precios. Comentan que incluso los cabreros no son de aquí, son de fuera, excepto uno y ven poco futuro para la zona: los jóvenes se van donde tengan trabajo, aquí ya no hay.

El agua potable les llega de El Palmar, sin cortes ni horarios, al contrario que en algunas zonas de Teno Alto, sin embargo, prefieren ir con perolas a la fuente más cercana a recoger agua de consumo. Aunque el camino está asfaltado desde el 99, el matrimonio solo baja una vez al mes a El Palmar o Buenavista a comprar. Entretanto, reciben las visitas de sus hijos, que se quedan un día o dos a hacerles compañía.

Ambos recuerdan divertidos los momentos que se reunían con las vecinas y comían papas asadas sobre helechos con mojo de azafrán, acompañadas de gofio, queso y mosto.

A nivel personal y profesional, considero que las prácticas me han aportado bastante.
He podido realizar, por primera vez, un trabajo relacionado con mis estudios, con impactos reales sobre el territorio y las personas que viven en él. Me ha gustado conocer la Asociación Red TERRAE y los proyectos en los que trabajan, así como sus propuestas.
En cuanto a la experiencia de vivir en un municipio rural, tengo que decir que me ha gustado, Si bien, el mundo rural no me era muy lejano, sí que me había distanciado estos últimos años viviendo en Madrid. Retomar este contacto me ha permitido comprobar que, una vez terminados los estudios, podría vivir bien en un municipio rural siempre y cuando éste cuente con los servicios básicos.

Marta Peña Díaz

Campus Rural Terrae 2022, UAM