El proyecto Terrae de este año 2017 en La Cabrera, se ha basado principalmente en la creación de una estructura en torno a los huertos escolares. Entendiendo que desde el medio educativo la agroecología toma mayor relevancia. Así desde el Ayuntamiento se ha planteado a los centros escolares de La Cabrera (CEIP e IES) una propuesta para dinamizar e integrar la agroecología en el día a día de escolares y familias. Una mirada desde lo individual a lo colectivo, y una manera de educar en la importancia de la calidad de los alimentos que consumimos.
Para ello se ha dinamizado y asesorado al Colegio Público en la creación de mini huertos para cada clase donde cultivarán productos básicos en un espacio reducido. Y al mismo tiempo se ha ofrecido a una familia de alumnos del propio centro el resto de terreno para autoconsumo. El planteamiento contempla el compromiso de cuidar durante los meses estivales de los bancales de los niños y compartir trabajo y experiencia con los niños del centro en diversos momentos que se concertarán con la comisión encargada del huerto. Así se cuenta con una familia que desea llevar a cabo esta labor y que desde el mes de abril está planteando una huerta para autoconsumo y para trabajar con sus hijos el amor a la tierra y el valor del sacrificio y el trabajo.
En el caso del Instituto de Enseñanza Secundaria además se está buscando un perfil que pueda ayudar a los jóvenes que no encuentran motivación en el curriculum habitual del centro o que buscan otro tipo de alternativas más cercanas al aprovechamiento de recursos de la tierra.
¿Por qué huertos escolares?
Desde hace bastantes años el equipo educativo y directivo del centro ha aunado esfuerzos junto con el Ayuntamiento, para hacer posible la creación de un huerto que pudiera servir como huerto aula para los escolares. La puesta en práctica no ha sido todo lo exitosa posible, especialmente por falta de seguimiento de los educadores –ocupados en otras tareas- y principalmente porque el huerto decae en los meses estivales, precisamente los de mayor cosecha y lamentablemente no se aprovechaba lo deseable.A todo esto cada inicio de curso suponía prácticamente empezar de cero con la puesta a punto.
Aprovechando la oportunidad que nos brinda el banco de Tierras de la Red Terrae, y el sistema de contratos la idea ha sido ofrecer ese espacio a alguna familia de La Cabrera. Con todas las garantías de tener como respaldo al propio Ayuntamiento. El proceso comienza poniendo en marcha y delimitando la parcela, entre el terreno que va utilizar el huerto escolar y el terreno del que se va a ocupar la familia.
Así en este mes de mayo pasado se seleccionó a una familia marroquí que deseaba poner en marcha una huerta familiar y que va a cuidar de la huerta dedicada al uso escolar, con el compromiso de coordinarse con la comisión de huerta del centro y realizar acciones conjuntas.
El huerto escolar se concibe como un espacio donde aprender y desarrollar. Donde compartir y valorar el esfuerzo de las familias y el centro. Donde poder dar oportunidades a familias con menos recursos o necesidades especiales. Donde crear conciencia agroecológica e incentivar el intercambio generacional. Donde encontrase con saberes de ayer y hoy y comprometerse como comunidad tanto en el aprendizaje escolar como en el cambio hacia un pueblo mejor y más sostenible. Donde crecer juntos y ampliar los recursos que tenemos a nuestro alcance.